El cuento de Jack y las habichuelas mágicas, también conocido como Jack y los frijoles mágicos, es una historia de autor anónimo, el cuento infantil es famoso por aparecer en un libro de cuentos de hadas de Hans Christian Andersen en 1730.
Hay diferentes versiones de la famosa historia de las habichuelas mágicas, incluso películas, libros y dibujos animados. La versión reescrita del libro por Adivinanzas10.com en 2024 es el cuento original para niños y niñas completo, pero corto y resumido. Los cuentos infantiles clásicos son geniales para leer a la hora de dormir o usar en la escuela gracias a sus fantásticas imágenes e ilustraciones.
Puedes leer el resumen del cuento clásico original de Jack y las habichuelas mágicas escrito en nuestra web online, o descargar la versión para imprimir en pdf de la historieta.
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Jack y las habichuelas mágicas
Hace muchos años, cuando el mundo era joven y todas las cosas parecían buenas, vivía en el campo un niño llamado Jack. Su familia era muy pobre. Jack tenía 2 hermanos y la única que trabajaba era su mamá.
Llegó un momento en que su madre ya no conseguía más ingresos y se quedaron sin comida, así que envió a Jack, por ser el mayor, al pueblo a que vendiera la única vaca que le quedaba en su granja.
“Hijo, ve y vende esta vaca. Ya está vieja, pero seguro te darán algunas monedas por ella. Será suficiente para comprar comida para algunos días.”
A la mañana siguiente, Jack se preparó y se fue con la vaca rumbo al pueblo que estaba a unos cuantos kilómetros de distancia.
Tal y como su madre le había dicho, en el pueblo logró vender la vaca, pero no consiguió que le dieran más que una moneda de oro, así que se conformó con eso.
Regresó y en el camino se encontró con un anciano que se veía muy pobre y casi sin fuerzas.
“Hijito, ayúdame, dame una moneda o me moriré de hambre hoy mismo.”
A Jack le llegó la súplica del señor al corazón y le dio su única moneda de oro. Sin embargo, se sorprendió cuando el anciano le dio a cambio tres habichuelas y le dijo:
“Toma, siembra estas habichuelas en el jardín de tu casa y, por tu buen corazón, te aseguro que nunca te faltará el alimento ni a ti ni a tu familia.”
Jack le dio las gracias y siguió su camino hasta su hogar.
Al llegar a casa, sucedió lo que había estado temiendo durante el camino de regreso. Su mamá se enfureció mucho:
“Te dije que no teníamos nada que comer Jack, confié en ti y te dejaste engañar. Mejor ve y siembra esas habichuelas a ver si dan frutos antes de que lleguemos a morir de hambre.”
Jack invitó a sus hermanos y los tres fueron al jardín a sembrar las semillas. Las cubrieron con tierra y le colocaron un poco de agua con una regadera.
Nadie esperaba realmente que ocurriera algo con esas semillas. Por eso, se sorprendieron que a la mañana siguiente había una planta enorme en el lugar donde las sembraron. Era tan alta que llegaba hasta el cielo.
Emocionado, sorprendido y lleno de curiosidad, Jack subió a la planta y empezó a escalar hasta perderse en las nubes. Al final, llegó a un castillo.
En él, estaba un ogro dormido profundamente que daba mucho miedo. Sin embargo, lo que más le llamó la atención fue una gallina que estaba a su lado, en la ventana, encerrada en una jaula.
“Eh, tú, niño, te prometo que si me liberas te daré un huevo de oro cada día.”
Jack se apresuró, tomó la jaula y se deslizó por la planta para bajar más rápido, antes de que el ogro despertara.
Estaba pensando en cortar la planta desde la base apenas tocara el suelo, pero al llegar allí sucedió que la planta empezó a descender su tamaño hasta que el jardín quedó igual como estaba al inicio.
Jack liberó a la gallina y empezó a formar parte de su familia y, tal como había prometido, le dio a él y a su familia un huevo de oro a diario, nunca más tuvieron necesidades y a su familia no les faltó el alimento, tal como le había prometido el anciano del camino.
Aprendizaje, lección o moraleja de la historia de Jack y las habichuelas mágicas: esta fábula o cuento nos enseña que debemos ser humildes y generosos con los demás, lo que das, te vuelve.